
Se cree que el Onix, que para los griegos significaba "guardián de la Luz" proporciona equilibrio emocional, aumenta el control de la voluntad y la confianza en uno mismo. Por otro lado la Turquesa, introducida en Europa por la ruta de la seda desde Turquía, de ahí su nombre "Piedra Turca", esta muy vinculada a las grandes familias de civilizaciones como la egipcia, la inca o la maya por tener cualidades protectoras para el alma y en cuerpo y vinculación con los dioses.
El conjunto se remata con una pequeñísima bolita de plata dorada y en la unión entre el cuerpo de la pulsera y las piedras una pieza en forma de estrella rodeada de bolitas doradas. Una combinación fuerte y atrevida pero muy fresca y elegante, esta pulsera sería perfecta para combinar con vaqueros o un vestido estampado. Ideal para lucirla por la mañana.
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