Hoy toca una mención especial a alguien que ha trabajado y sigue haciéndolo desde hace muchos años y temporada tras temporada nos sorprende con su particular estilo y su “pasotismo” a los convencionalismos de la moda. Ella es ni más ni menos que Viviane Westwood, quien representa su mundo interior en cada una de sus colecciones.
Para esta Primavera – Verano 2012 Westwood nos presenta una colección como poco indefinible, colores principalmente oscuros pero con grandes toques blancos, multitud de tejidos y estampados que nos conduce a una especie de desván o cajón desastre donde cabe casi todo. Cortes desiguales, bajos asimétricos, pliegues estructurados y minuciosos y recogidos arquitectónicos conforman el lenguaje formal de la colección, todo ello envuelto en una estática despreocupada, desgarbada y con cierto toque de alta nobleza del S.XVIII recién levantada de la cama que se viste con lo primero que encuentra. Destacables son los zapatos de amplias plataformas y gruesos tacones y como pieza estrella las chaquetas-corset que lucen en tejidos lisos y brocados.
La noche se viste de brillos en oro, plata y cobre con la compañía del eterno negro. Todo un derroche de lujo para una primavera que será muy especial.
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