Como no podía ser de otra manera siempre hay genios y genios y es innegable que Jean Paul Gaultier lo es.
Gaultier viste el Otoño y el Invierno con una profusión de seductora y negra elegancia que alcanza tanto al hombre como a la mujer y refleja el mundo del “Dandy” en cada uno de sus cortes con una perfecta sastrería masculina adaptada a las formas femeninas.
La transparencia es la nota dominante en toda la colección dejando entrever la parte mas sexy del mundo Gaultier. Retoma la tendencia de los años 20 con su estética Art Decó y sus repeticiones de hondas y geometrías en vestidos lujosamente bordados.
El smoking se hace el rey de la pista en cada uno de sus versiones llegando a la deconstrucción de la prenda alcanzando su culmen en un traje de novia en lo que la funcionalidad de la forma queda anulada por el efecto estítico del diseño.
Como nota de color el dorado se abre paso entre rojos, cremas y algún verde para ser la pareja perfecta del negro que lo inunda todo y jugar con los brillos de los tocados de redecilla con aplicaciones en pedrería.
En fin, una colección simplemente ética y estéticamente brillante.
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