Post 102: Una guerra de tacones.



Christian Loboutin



Parece que se desata la guerra de la moda, o mas bien viene desatándose desde hace unos años, y como a vestirse uno empieza por “los pies” la historia tiene tacones.

  

Resulta que el señor Loboutin, un señor que hace zapatos muy famoso de París, un día decidió hacer una prueba de esas raras de los diseñadores y que sueles ser o geniales o desastrosas, y pintó con laca de uñas roja la suela de los zapatos y desde ese día decidió que el color rojo era solo para sus suelas.

Los primeros zapatos de la discordia.

Pues fíjate tu que las ideas no sabemos si naces en distintas cabezas al mismo tiempo, que puede pasar, el caso es que un día se le ocurrió lo mismo a Yves Sant Laurent (no lo de la laca si no lo del color) y eso indignó tanto as señor Loboutin que la puso una denuncia en Nueva York. Y mas tarde hizo lo propio en París con el señor Amancio Ortega (el de ZARA de toda la vida) por que también se la pasó por la cabeza que podía combinar bien el rojo con otros colores. Y para vuestra información no han sido los únicos pues no tenéis mas que ir a una zapatería grande y seguro que encontráis alguno que otro modelo con la suela roja.

Pues bien, al final resulta que el señor Loboutin se ha tenido que marchar con el rabo entre las piernas, o mejor dicho el tacón, ya que los dos tribunales le han quitado la razón. Ahora le toca pagar las costas y esas cosas que no creo que le haga mucha gracia.

Los segundos zapatos de la discordia.

Pero analicemos el dilema. Por un lado creemos que es una solemne tontería ( y muy pretencioso dicho sea de paso) el querer adueñarse de un color en exclusiva, aunque si es cierto que vinculamos colores a marcas determinadas. Pero con tal de que no se utilice el mismo color en el miso modelo el problema queda resuelto.



Por otro lado, los creadores siempre creen o creemos que las ideas nos pertenecen, y es cierto que es así, pero en cuanto lo pones en un papel, en un tejido, o en unos zapatos y lo comercializas, estas compartiendo la idea con todo el mundo y eso hará que otros se inspiren en tus ideas para crear las suyas propias ( hay que diferenciar entre INSPIRARSE y COPIAR) Si, es cierto que mucho se “inspiran” demasiado fielmente al original pero las cosas no hay que llevarlas al extremo, ¿Qué pasaría si un diseñador decidiera apropiarse legalmente del color blanco para los trajes de novia? ¿nadie mas podría diseñar vestidos de novia blancos? ¿O si un pintor decidiera que la pintura al óleo de color azul es exclusiva de sus cielos? ¿se acabarían los cuadros paisajísticos?

Cada diseñador tiene su particular manera de hacer y combinar las cosas, incluso las firmas de almacén que ”se inspiran” en las pasarelas internacionales pero nunca al 100% (sería copia y eso si es ilegal) y en este caso concreto no creo yo que sena muy parecidos los modelos de YSL o Zara con los del señor Loboutin. A las fotos me remito.

El caso es que si eres especial haciendo algo, que no te importe que se inspiren en ello por que nadie lo hará como tú. Así que mas crear y diseñar y menos meterse en líos judiciales, a no ser que se vea un plagio claro y eso si merece todo el peso de la justicia (aunque no confiaría mucho en ello tal y como están las cosas) y si lo haces por publicidad, no sabríamos decirte si la publicidad será buena o mala lo que si está claro es que puede salirte my muy cara.

NOTA: Antes de hacerte una opinión sobre el tema, nos gustaría que pensaseis en lo que os parce cuando en una revista aparece el estilismo de una top, actriz, famosa, cantante o modelo y te ponen al lado (VISTE COMO ELLA Y PAGA MUY POCO POR ELLO) ¿no sería esto denunciable? Nos referimos a que si queremos ser tan originales y únicos ¿Por qué copiamos el estilismo de alguien que se ha gastado una pasta con prendas del mercadillo o de almacenes tipo ………? Sería un plagio de estilismo y casi de personalidad, pero bueno simplemente era una reflexión.