Post 284: Dior, la caída del rey.



De lo poco salvable.



Tal y como os comentábamos en el post anterior, toca hablar de la propuesta de Dior para esta temporada Otoño-invierno 2013-14. Lo cierto es que el señor Raf Simons ha tenido varias oportunidades para amoldarse a los criterios de la firma pero una de dos, o no se da amolado a esos criterios de glamour, elegancia y sofisticación o los criterios de la firma han cambiado. Desde aquí nos gustaría decir que ha presentado una colección digna de la casa Dior pero lo cierto es que es otra colección repetitiva de moda urbana mas creíble en firmas deportivas que se quieren hacer un  hueco en la costura que de una forma que representa lo mas alto de la Alta Costura internacional. Sintiéndolo, mucho por el señor Simons este repetido desastre falto de imaginación acabará por desprestigiar la firma de más prestigio en el panorama de la moda de lujo.

Olvidándonos de la firma a la que representa y centrándonos solo en la colección diremos que siempre se salva algo, a pesar de ser una combinación de looks totalmente dispares y sin arte ni concierto, si se ve algo de genialidad en la revisión del estilo New Look de las chaquetas o las asimetrías abotonadas que si presentan esos toques de elegancia a los años 50 de Monsieur Dior, así como alguna pieza en negro riguroso y asimétrico.

En general looks desestructurados de distintos colores y tejidos que no terminan de casar entre si ya sea por contrastes o por armonías. Los trajes de noche, joyas de la corona de la firma, mantienen los volúmenes acampanados de línea “A” que se refuerza con la multiplicación de volantes en algunos casos y con cierto aire sirena en otros.

En definitiva, colección nada destacable, sin identidad o coherencia y que hace perder la identidad a la firma. Lo cierto es que se echa de menos la genialidad de Galliano, Ferré o Saint Laurent.