Post 301: Un encuentro con Guillermina Baeza.

Se encienden los focos e iluminan una pasarela blanca. La música suena y rememora los años cuarenta y cincuenta con esas melodías de las grandes bandas que rescatan el glamour de tiempos pasados. Y en el medio, están ellas, las reina de la playa, la sensualidad echa mujer que contonea sus formas desplegando un abanico de sensaciones veraniegas.
Luz, agua, frescor, color, aromas a flores y a mar....
Giro un poco el zoom de mi cámara de obtener sensaciones y veo una figura al fondo, sonriente, ligeramente tímida, enfundada en un traje negro y escondida detrás de unas gafas. Es ella.
Aquella fue la primera vez que la vi y hoy, por fin voy a conocerla.



Ana Zuazo, Guillermina Baeza y Belén



 No todos los días los grandes te ofrecen el privilegio de su tiempo, pero cuando sucede ves que los grandes son grandes por su trabajo y por lo general esa grandeza  no es para ellos más que un apellido agregado. Es por eso que la grandeza tiene nombres y apellidos. Nombres como Guilermina Baeza.

Mujer dulce de mirada avispada que, como suele decirse, dice más de lo que parece y el hablar también lo hace cuando calla.

Ella, sin dudarlo, es nuestra reina de bañadores, esos tan fantásticos como los de la selección española de natación sincronizada que ya quisiere para si la mismísima Esther Williams

La cita estuvo cubierta de misterio por el lugar, el restaurante Tse Yang Disumm Club de La Moraleja y rebosante de alegría por la compañía. Estas son las cosas que hacen que el trabajo de Ana y su equipo para Bazar Me Lo Pido sean más que un encuentro, una reunión de amigos en torno a la cultura y los valores de personas especiales como Guillermina.

El discurrir de la noche se hizo ameno entre plato y pregunta conociendo los entresijos de un negocio como la moda de baño que se expande por Europa, Estados Unidos y Mexico. Un sueño echo realidad cuando allá por el 1971 Guillermina comenzó su andadura empresarial a raíz del nacimiento de su hija Belén.
Guillermina vio nacer su empresa y su empresa vio nacer a Belén, quien se convertiría en modelo infantil de la firma y posteriormente parte fundamental de su desarrollo.


Nadie se quiso perder el encuentro en un marco incomparable como es el resturante Tse Yang disum Club



¿Quien le iba a decir a Guillermina que 43 años después retomaría los colores, las texturas y el espíritu de su Marruecos natal y los plasmaría en una colección de baño al lado de su hija? eso hay que verlo, y podeis hacerlo en la colección de este Verano que está llena de ese sabor calido de Marruecos. De todo se puede sacar inspiración, y ese afán de eterna renovación que Guillermoina y Belén llevan consigo es lo que las hace investigar en lo más recóndito del presente, del pasado y de todo ese bagaje de experiencia, emociones, sensaciones y sentimientos que ellas llevan dentro y que la belleza de la moda puede transmitir.





Guillermina y Javier Ares



La noche se cerraba sobre nosotros y aún queríamos saber más, escuchar más de esas aventuras que tanto Guillermina como Belén habían realizado en la montaña rusa que es el mundo empresarial de la moda tan poco apoyado por las instituciones y que poco a poco ha ido perdiendo su engranaje textil en nuestro país.



Aunque lo que realmente queríamos era saber sus secretos, el misterio de su éxito que no es otro que trabajo, esfuerzo, dedicación, ofrecer calidad y tener capacidad de cambio para poder sorprender temporada tras temporada con sus creaciones 100% "Made In Spain"



Pero no todo es un camino de rosas, a pesar de que pudiera parecerlo visto 43 años después, el tiempo distorsiona mucho lo vivido.  El mundo es cambiante y hay que cambiar con él, asociarse, desasociarse, crear un modelo de empresa para transformarlo después y volver a reinventarse, pasar baches y momentos álgidos, lágrimas de tristeza y de felicidad que se cruzan en un sendero duro para poder seguir creando un sueño pieza a pieza.

Si, posiblemente ese sea el camino, luchar por tus sueños y eso suele pensar Guillermina delante de un maniquí cuando dobla y alfiletea un tejido para crear desde la base un nuevo proyecto intentando, como dice ella: "...nunca dejar de sorprende"



Ana, Guillermina, Javier Y Belén..... los protagonistas de
Una Noche Inolvidable.

Nuevamente la cita se acaba y ellas cogerán un vuelo rumbo a Barcelona, pero nosotros (yo en particular) nos quedamos con la sensación de que muchas cosas se han quedado en el tintero, y eso me alegra por que así tendremos mucho de que hablar la próxima vez que nos veamos.



Como siempre, buen trabajo Bazar Me Lo Pido (Gracias Ana, Belén, Russ, Alejandra y sin dudarlo, gracias Teresa y Javier del restaurante Tse Yang Disum, de vosotros hablaremos en breve)