Cuando llamas a la puerta
y salgo para abrirte, te encuentro de pié mirándome fijamente. Cuando eso pasa
solo quiero sorprenderte, hacer que esas horas que pasaremos juntos estén
llenas de buenos momentos.
No
me importa si los platos no combinan en la mesa o si vienes de traje con
corbata, un pañuelo a juego o de pantalón corto recién salido de una excursión
por la montaña.
Solo
quiero que estés, solo quiero que te quedes a mi lado un par de horas y
compartir de todos los momentos y los objetos bellos que nos rodean.
Quiero
disfrutar con tu charla, reírme con tus comentarios y compartir cada una de
esas aventuras que desees contarme alrededor de una mesa. Alrededor de ese rincón
de mi casa que he dispuesto para ti.
Las
velas están encendidas en candelabros de cristal desparejados. El mantel, de
lino y encaje cubre una mesa cuadrada en la que copas de distintos colores
esperan ser llenadas con diferentes vinos.
El
olor del pan caliente inunda la estancia desde su cuna de mimbre. Los platos de
distintas vajillas dan el toque de color a una mesa casi blanca por que esta
noche la mesa será el papel sobre el que escribiremos nuestros recuerdos.
Atrás
dejamos la pedantería vestida de pajarita hortera, la cursilería, la pose vacía
de nuevo o viejo rico que odia mancharse las manos y viste con asépticos
guantes al “servicio doméstico” y el
falso protocolo de gentes que invita a quien no desea que esté en su mesa y no
disfrutan de una velada. ¿Por que mezclar a las personas como a las vajillas? Los
modos están sobrevalorados, la educación y las personas serán quienes inunden
nuestra mesa.
Te
cedo la palabra mientras me retiro de la mesa, tu copa está llena y mientras
bebes de ella traigo esa tarta de nata y fresas que has tenido el detalle de
traerme. Tu la miras, fresca, blanca y roja sobre un pequeño pedestal de
cristal con pie de bronce con un efebo en la base.
-
“Que belleza de pieza” me dices.
Es
del S.XVIII, al igual que un par de copas. Un capricho que me he permitido
mientras paseaba por la VI Edición de
Antique & New Decó en el Moda Shoping de Madrid.
Sabía
que te gustaría así que te invito a ir mañana para curiosear entre tantos
objetos bellos que cuentan una y mil historias. Seguro que algo encontramos.
Sigues
mirando la tarta, la mesa, las velas, el mantel y toda la escenografía que he
creado para ti, para que estés confortable, para que te sientas a gusto y no
desees marcharte nunca.
-
¿Empezamos con el postre? – Me preguntas. Yo en seguida respondo – ¡NO!, ahora
será mejor que tomemos la tarta….. el postre eres TU.
1 comentario:
Precioso post y tu manera de describirlo, una delicia absoluta leerte Marcos!
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